No es el plástico, es el individuo
Desde hace unos pocos años se ha visto el surgimiento de un movimiento ciudadano y de organizaciones respecto a la reducción de plástico con el fin de que el impacto que este tenga sobre el ambiente sea menos.
Desde pajillas hasta bolsas de supermercado, ha habido incluso intromisión gubernamental con leyes prohibitivas del plástico en comunidades pequeñas como en algunos poblados de México hasta países como Chile recientemente en donde el presidente Sebastián Piñera anunció que quedaba prohibido el uso de bolsas plásticas en ese país suramericano.
Sin embargo, esta reacción va dirigida en la dirección equivocada, ya que el plástico por si mismo no tiene la capacidad de dañar el medio ambiente, o de asesinar tortugas, es el individuo haciendo uso irresponsable de su libertad el que comete tal daño.
Las pajillas y las bolsas plásticas no son el problema, sino la falta de conciencia del individuo que no ha hecho uso racional de estos desechos y que ha causado un daño importante al ecosistema marino así como a la vegetación en general.
El mercado evoluciona y se transforma según la demanda que haya por lo que hemos visto como hay nuevos productos ya que están dinamizando la economía de productos de un solo uso, sin embargo, esto no modificará la conducta de quienes igual seguirán ensuciando, no con plástico porque seguramente tendrán ahora su pajilla de bambú o su bolsa reciclable para ir al supermercado, sino con cartón, u otros materiales de los que son elaborados otros productos.
No es la materia la que hace daño, es el individuo que no hace uso responsable de esta materia. Hoy es el plástico, mañana será otro material, y así seguiremos, poniendo de moda diferentes artículos que reemplacen lo que en el momento esté haciendo algún daño, transfiriéndole culpas y responsabilidades que solo pertenecen a la persona que deshecha de manera negligente.
Written by Elena Toledo
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