¿Quién cuida el capital social, familiar, micro y empresarial?

Avatar Redaccion | December 19, 2016 77 Views 0 Likes 0 Ratings

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 ¿Quién cuida el capital social, familiar, micro y empresarial?

Por Mario E. Martín, Arquitecto y Planificador Urbano, se invitan comentarios a: marioemartin69@gmail.com
Los ciudadanos generamos riqueza y capital, y confiamos en que el Estado los preserve.  Heredamos, además, e igualmente confiamos a nuestras instituciones, la riqueza natural que es base para el desarrollo económico. Ambos activos no son inmutables, estando sujetos a crecimiento y deterioro cuyo resultado mide de nuestra capacidad, eficiencia y equidad de gobernarnos como sociedad.
Estamos acostumbrados a medir el éxito personal, familiar o empresarial, por cuán celosamente preservamos la herencia o la ganancia lograda en una vida, especialmente en tierras.  Pero el éxito nacional, cultural, no lo conocemos, ni lo preservamos, y, más irónicamente, ni lo contamos.  Un caso pertinente lo demostró el análisis que el Instituto Libertad y Democracia hizo para el COHEP del capital predial de Honduras.  En 2001 el ILD estimó, en base a trabajo de campo por un equipo de expertos en la materia, el capital “perdido” que Honduras tiene en tierras.
Un monto equivalente a 10.4 miles de millones de dólares, dos veces el entonces presupuesto general de la República fue considerado capital perdido, por terrenos carentes del elemental registro, valorización y título firme.  Y eso sin contar la decreciente preservación del valor recursos naturales – el bosque y el agua, por ejemplo.  Es de esperarse que este monto de pérdidas siga aumentando desde entonces.  Ahora que tanto el Ejecutivo como el Legislativo han puesto atención al valor y a las características y calidad documental de la propiedad – por medio de la nueva Ley de la Propiedad de 2014 – por lo menos podemos estimar cuanto es probable que aún seguimos perdiendo, pero podemos recuperar.
La mencionada Ley re define conceptos y sienta nuevos normas y paradigmas que permiten medir ese considerable capital tanto nacional como social, sentando las bases para una mejor administración y equidad en el manejo de lo que es nuestro.  Mayordomía es el mandato histórico.  Pero, una ley puede adoptarse, pasarse, reglamentarse y publicarse en semanas y hasta días, pero su cumplimiento es otra cosa.  Volvemos a la pregunta: ¿Quién cuida ese capital que es de todos?
El crecimiento económico depende cada vez más en la inversión privada.  Puesto que seguimos un modelo de desarrollo liberal, la garantía del valor del capital nacional y social se vuelve crítico.  Corresponde, en nuestro sistema de gobierno, al Estado garantizar la preservación y constante revalorización de nuestro capital.  La mencionada Ley apunta en la dirección correcta.
Pero todavía quedan las distorsiones provenientes de la historia: bienes originalmente creados o acumulados por las comunidades como los ejidos, plus valor generado por otros agentes que no son los titulares y los insospechados beneficios de un intencional cambio en los usos del suelo permitido.  Y todavía faltan los instrumentos y medios institucionales que permitan reducir pérdidas del valor predial.  A nivel local, por ejemplo, la capacidad de administrar el territorio – atribución constitucional dada al municipio, y de registrar y garantizar la tenencia y responsabilidad de responder por la medición del valor de la tierra – responsabilidad de levantar y mantener un catastro incorruptible.
Queda aún mucho por hacer y responsabilidades por asumir.
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